Blanqueo, financiamiento y construcción, la agenda del real estate para el segundo trimestre

La falta de alternativas para dolarizar los ahorros en medio de una inminente segunda ola de la pandemia provocan una reactivación de lanzamientos en la industria del real estate. Los proyectos financiados en pesos son los elegidos por los inversores y el blanqueo de capitales genera expectativas (en general positivas) en un sector que no termina de consolidarse.

El ladrillo, refugio y alternativa financiera

En este contexto, Alberto Fernández Prieto, presidente de la desarrolladora homónima, describe el momento actual de la siguiente manera: “Estamos transitando una situación de inestabilidad constante en donde conviven la reactivación de la actividad y de la demanda con mesetas parciales que no terminan de consolidar una foto concreta de cuál es el presente y futuro del mercado. Lo que sí es una certeza es que, en una economía sin opciones de inversión en pesos, los desarrollos inmobiliarios son más atractivos que las alternativas financieras”.

En sintonía con su colega, Daniel Mintzer, director de G&D Developers asegura que “los precios han bajado entre un 30 y un 35 % respecto al mismo trimestre de 2020. Si bien en este plazo de un año los costos que bajaron mucho en dólares han subido en parte debido a la inflación y el dólar quieto, aún da sentido invertir, comercializar y construir en estos valores y más pensando en una dolarización de las unidades a futuros”.

En la misma línea, Damián Tabakman, presidente de la CEDU, apunta que “sigue siendo barato construir, medido en dólares no oficiales. Si bien es cierto que se encareció debido a la alta inflación y el dólar planchado, para adelante seguirá siendo conveniente construir respecto de la media histórica, al menos durante un par de años”.

Controversia por blanqueo

Un dato no menor es que desde enero hasta hoy se anunciaron nuevos proyectos por más de 250 millones de dólares, los cuales se verán potenciados por la ley de sinceramiento fiscal que lanzó el gobierno nacional.

En relación a este punto, Juan Manuel TapiolaCEO de Spazios analiza que “el anuncio está bien diseñado ya que se trata de un blanqueo productivo. Es decir que de alguna forma obliga a canalizar los fondos exteriorizados en la reactivación de un sector clave con tanta tracción como es la construcción. Además, beneficia a todas las partes involucradas ya que las personas pueden blanquear fondos que tenían de manera informal, el gobierno recauda y a su vez se reactiva una industria que es generadora de empleo, inversiones y dinamiza toda una cadena de valor productiva”.

Históricamente, este tipo de medidas siempre atrajo a los inversores.

Los operadores coinciden en que las expectativas para el segundo semestre son altas. Que el blanqueo puede impulsar aún más la dinámica del rubro inmobiliario y la construcción, “que es, claramente, un motor de la economía y una mejora en esta actividad permite dinamizar muchos sectores que dependen de él”, concluye Funes.

Financiamiento, una necesidad urgente

El financiamiento bancario en pesos es una deuda pendiente desde hace décadas. El sector lo considera vital para mover el mercado, sobre todo para productos que apuntan a la clase media. En este sentido, Reyser cuenta que “al no haber un mercado de préstamos o bancario que esté involucrado en el sector inmobiliario en estos momentos, el financiamiento lo dan los desarrolladores, y lo dan a pagar durante la vida del proyecto. Generalmente, tienen implícito entre un 30 y un 40% a pagar al momento de la firma o del acuerdo de suscripción a un fideicomiso o de un boleto de compra venta, y el saldo a pagar en 24 a 36 meses. Algún que otro desarrollador está dejando un saldo de un 20 a un 30% a pagar, contra la posesión, que se lo financia el propio desarrollador con una taza que puede ser atractiva, pero es un monto menor dentro del costo total del emprendimiento o de la unidad que estas comprando dentro de ese emprendimiento”.

 

Fuente: Ámbito Financiero